por David Espinosa
“Entre 1545 y 1558 se descubrieron las fértiles minas de plata de Potosí, en la actual Bolivia, y las de Zacatecas y Guanajuato en México […]. El rush de la plata eclipsó rápidamente a la minería de oro. A mediados del siglo XVII la plata abarcaba más del 99 por ciento de las exportaciones minerales de la América hispánica. América era, por entonces, una vasta bocamina centrada, sobre todo, en Potosí. Algunos escritores bolivianos, inflamados de excesivo entusiasmo, afirman que en tres siglos España recibió suficiente metal de Potosí como para tender un puente de plata desde la cumbre del cerro hasta la puerta del palacio real al otro lado del océano.”
La citación es del libro Las Venas Abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano. En esa obra maestra, Galeano narra detalladamente como las distintas metrópolis y naciones imperialistas saquearon América Latina en los últimos 5 siglos. En el siglo XXI esto no ha cambiado y al parecer, en lo que depende de los gobiernos dichos de izquierda o de derecha de Latinoamérica, el saqueo va a seguir.
Hace pocos días, Gabriel Boric anunció su Estrategia Nacional del Litio (ENL de aquí en adelante). Ese anuncio era uno de los más esperados desde el inicio de su gobierno, principalmente por parte de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, que hace años intentan explotar el litio en Chile sin grandes resultados (con excepción de dos empresas privadas, la norteamericana Albermale y la chilena SQM). Como ya es ampliamente conocido, Chile tiene una de las mayores reservas de litio del mundo (y con muy bajo costo de producción), material hoy fundamental para la producción de baterías que son utilizadas en automóviles eléctricos, teléfonos, computadores, generación de energía solar y un largo etc.
Las repercusiones sobre el anuncio fueron variadas y distintas. En varios medios internacionales se difundió la noticia de que Boric “nacionalizará” la industria del litio. La agencia británica Reuteurs, una de las más importantes del mundo, notició que Boric planea nacionalizar la “vasta” industria chilena del litio.[1] Otra de las mayores cadenas internacionales en anunciar la supuesta nacionalización fue CNN.[2] También el medio económico argentino Infobae reprodujo similar titular.[3] Además de la prensa internacional, también un sector del empresariado chileno habló de una posible ola de estatizaciones, criticando fuertemente la ENL.[4]
Por otro lado, algunas transnacionales y gremios empresariales extranjeros fueron mucho más cautelosos y hasta elogiaron al gobierno. Este fue el caso de la Cámara Chilena Norteamericana del Comercio (AmCham), de Albermale y de la australiana Lithium Power International Limited.[5]
Pero ¿qué es lo que explica reacciones tan distintas y cuál es efectivamente la estrategia del gobierno? Esto es lo que queremos debatir en este texto.
Ni “chilenización”, ni “nacionalización”
En primer lugar, es necesario aclarar que Boric no planteó nacionalizar la industria del litio. Lo que planteo Boric en su discurso (posteriormente defendido por sus ministros en distintas entrevistas) fue que el Estado deberá tener el control mayoritario en las explotaciones más estratégicas, como el Salar del Atacama. La propuesta de Boric, por lo tanto, no es nacionalizar la industria del litio. Es generar una asociación público-privada entre el Estado y los privados, con control del Estado sobre algunos proyectos caracterizados como estratégicos.
Aquí se abrieron dos preguntas: 1) ¿qué significa tener el control? y 2) ¿cuáles son los proyectos estratégicos? La falta de claridad en esos dos aspectos fue lo que generó la enorme “confusión” sobre qué está proponiendo el gobierno, confusión que se va disipando con la intervención de sus ministros.
En relación con el “control”, el gobierno no está planteando nacionalizar la industria que ya existe. En Chile acontecieron dos procesos de “nacionalización” de otro mineral, el cobre. El primero, fue realizado por Eduardo Frei Montalva, donde el Estado compró (a precios sobrevalorados y en cambio de proporcionar enormes beneficios tributarios a las empresas privadas) parte de las empresas norteamericanas que explotaban el cobre hasta ese momento (1966). Eso le permitió al Estado obtener el control de más de 50% de las acciones de esas empresas. Ese proceso quedó conocido como la “chilenización del cobre”. El segundo proceso fue el realizado por Salvador Allende en 1971, cuando el Congreso aprobó la nacionalización completa de la industria, que fue realizada casi sin pago de indemnizaciones debido al descuento de las “rentas excesivas” de las mineras privadas en las décadas anteriores. Ese proceso quedó conocido históricamente como “nacionalización del cobre”.
Lo que Boric propone no es ni lo uno, ni lo otro. En primer lugar, Boric no nacionalizará las 2 industrias que actualmente exploran el Salar más importante del país. En entrevista a la agencia Bloomberg[6], la ministra de Minería de Chile Marcela Hernando fue clara, explicando que no se puede nacionalizar el litio, pues este ya pertenece al Estado y que el Estado no nacionalizará las empresas con las cuales ya tienen contratos firmados (SQM hasta 2030 y Albermale hasta 2043). En segundo lugar, cuando se habla de que el Estado deberá tener el control sobre los salares más estratégicos, eso tampoco significa que el Estado tendrá más de 50% de las acciones de las empresas o que se quedará con la mayor parte de las ganancias, como lo hizo Frei. El propio ministro Mario Marcel, en entrevista a La Tercera, aclaró: “La definición para el salar de Atacama es el control (estatal). Ese control se puede ejercer a través de distintas maneras. Puede ser a través de pactos de accionistas (…) Los pactos de accionistas les dan a los socios un rol que puede ser distinto o un peso que puede ser distinto del que tengan en la propiedad”.[7] O sea, tener el control significará tener un peso mayoritario en las decisiones de la empresa, incluso en asociación con otros grupos económicos (por ejemplo, que el Estado tenga un 30% en una determinada concesión y que los privados tengan porcentajes menores. Así, el Estado se asociaría a uno o dos accionistas y obtendría el control mayoritario, siempre teniendo que negociar con el sector privado minoritario y quedando rehén de este). Lo mismo reafirmó la Ministra Hernando en una entrevista a CNN.[8]
El segundo tema tiene que ver con los salares que no sean caracterizados como “estratégicos”. Lo que el gobierno tipifica como estratégico hasta ahora es solamente el Salar del Atacama. Chile tiene otros 44 salares y 18 lagunas salinas que podrían tener grandes cantidades de litio. Según el Ministro de Economía Nicolas Grau[9], el gobierno podría, sin pasar por el Parlamento, solamente a través del Ministerio, explotar de forma totalmente estatal esos salares. Sin embargo, aún así, quiere asociarse al sector privado. Su estrategia principal es aumentar exponencialmente la explotación de los salares y que el Estado se quede con una tajada de esa ganancia. El tamaño de esa “tajada” es lo que tendrá que negociar con el gran empresariado y sus partidos.
¿Qué explica el enojo del empresariado chileno?
Pero si Boric no quiere nacionalizar el litio, ¿cómo explicar el enojo del gran empresariado chileno con el gobierno? ¿Y por qué la reacción del empresariado chileno es tan distinta a la de los capitalistas extranjeros?
Para entender el enojo de los capitalistas chilenos hay que entender cómo funciona el negocio del litio. La explotación del litio en todo el mundo es realizada por grandes transnacionales, enormes empresas que en algunos casos controlan varias fases de la cadena productiva (como es el caso de la china BYD, que recientemente firmó el primer contrato con Corfo para instalar una fábrica de cátodos de litio en Chile -uno de los elementos que compone las baterías-)[10] y son controladas directamente por el capital financiero internacional. Esas empresas, que tienen fácil acceso a crédito internacional, logran obtener condiciones muy superiores a las “pequeñas empresas” para disputar las concesiones del mineral. En el caso del litio, existen empresas con tecnología ya muy avanzada en su explotación, como Albermale, las chinas Tianqi (hoy socia de Ponce Lerou en SQM), Ganfeng, las australianas Mineral Resources, LIP, etc. Eso hace que lleven enorme ventaja en relación con las “nuevas” que quieran ingresar al mercado. Esas empresas tendrán muchas facilidades para disputar las concesiones que serán ofrecidas por el Estado chileno, ofreciendo capital, conocimiento tecnológico, mano de obra calificada, etc. Con la mayor participación del Estado en los salares más importantes, el empresariado chileno corre el riesgo de quedarse afuera del negocio, o con una participación muy minoritaria. Seguramente Ponce Lerou (SQM) mantendrá una parte importante de las ganancias del mineral, pero no podemos decir que otros lograrán entrar. Esto es lo que explica el enojo de un sector del empresariado chileno.
Tampoco fue todo el empresariado chileno que salió a criticar el gobierno. Una excepción importante fue Francisco Javier Errázuriz,[11] un gran burgués que tiene negocios en ramas tan distintas de la economía como salmones, minería, forestales, inmobiliarias, etc. El grupo Errázuriz también lleva ventaja en el negocio del litio, ya que poseen una concesión en el salar de Maricunga en asociación con a un Fondo taiwanés y viene hace más de una década desarrollando tecnologías de explotación relacionadas al litio. Errázuriz es el eterno competidor de Ponce Lerou, principalmente en el negocio de yodo, y podrá transformase en un importante competidor en el litio.
¿La Empresa Nacional del Litio saldrá del papel?
Una de las propuestas más importantes de la ENL es la creación de una nueva empresa estatal, la Empresa Nacional del Litio. Según el gobierno, esa empresa tendría como objetivo entrar en la explotación del litio y en toda la cadena de valor asociada al mineral, como la producción de cátodos, baterías, etc. El problema central que enfrentará el gobierno será la aprobación de esa empresa en el Parlamento, ya que para ello (debido a la Constitución actual) tendrá que obtener la aprobación de más de 4/7 de los diputados y senadores. Es muy improbable que el gobierno logre llegar a ese quórum, ya que el oficialismo no tiene esa cantidad de parlamentarios y ha sufrido otra dura derrota con la elección para el Consejo Constitucional. Eso llevará el gobierno a negociar con la derecha (los partidos más duros del empresariado chileno), que exigirá aún más beneficios para ellos en cambio de permitir la creación de una nueva empresa estatal. También existe una enorme posibilidad de que la Empresa no logre a salir del papel y sea derrotada en el Parlamento, como lo sucedido con la Reforma Tributaria del gobierno. Y aunque el gobierno logre aprobar la nueva estatal, nada garantiza que sus utilidades servirán para beneficiar al pueblo, ya que el Estado está totalmente corrompido y al servicio de los grandes empresarios. Un ejemplo del despilfarro de recursos públicos en la última década fueron los miles de millones de dólares generados por Codelco y saqueados por los corruptos oficiales de las Fuerzas Armadas. ¿Qué es lo que garantiza que no pasará lo mismo con los futuros recursos del litio? ¿Qué garantiza que ese dinero no será utilizado para fortalecer las Fuerzas Armadas, Carabineros e incluso para subsidiar sectores privados como las pesqueras, forestales, ¿etc.?
Una política para profundizar el saqueo y las zonas de sacrificio
El elemento más importante de la Estrategia Nacional del Litio no es el supuesto control estatal o la posible creación de una Empresa Nacional, sino la apertura completa a las transnacionales que será realizada en los próximos meses y años (esto también explica la aceleración de la firma del TPP11 por parte del gobierno). El litio hoy es un elemento no concesible, debido a la “protección” dada por la dictadura a este mineral, que pensaba sería un mineral fundamental para el desarrollo de energía nuclear. Las concesiones que existen hoy son anteriores a 1979, cuando la dictadura aprobó el Decreto 2.886. Hasta hoy, las transnacionales no lograron, en su mayoría, penetrar a la explotación del litio. Lo que está haciendo el gobierno de Boric es justamente eso, abrir completamente los salares chilenos a la explotación de los grandes capitalistas extranjeros.
El costo ambiental de esa apertura será enorme. Los salares y lagunas salinas son ecosistemas muy frágiles y que dependen totalmente de su equilibrio para seguir existiendo en condiciones tan adversas como son las de los desiertos. Un reciente estudio de académicos chilenos y extranjeros[12] demuestra que, con el aumento de la explotación del litio, gran parte de esos ecosistemas estarán fuertemente amenazados. Una de las poblaciones que ya viene cayendo es la población de flamencos, animal emblemático de los salares de nuestro país. Si bien el gobierno dice que mantendrá por lo menos un 30% de protección a los ecosistemas y que obligará a las empresas a utilizar tecnologías más avanzadas (como la extracción directa) nada garantiza que eso será cumplido. Hoy las transnacionales hacen lo que quieren en todas partes del país: contaminan comunidades, no respetan las normas ambientales, no respetan los derechos de los trabajadores, corrompen a funcionarios estatales, etc. ¿Qué garantiza que esa historia va a cambiar con el litio? Nada. Esto sin hablar de la situación de las comunidades de pueblos atacameños que serán muy afectadas por el uso intensivo de agua por las empresas de litio.
Lo que Boric está haciendo es profundizar el saqueo de nuestro país, lo que tendrá enormes consecuencias económicas, sociales y ambientales en los próximos años. Mientras las transnacionales celebran, el pueblo y la naturaleza serán nuevamente los perjudicados.
Es necesario defender la total nacionalización de la industria del litio bajo control de trabajadores y comunidades
En la Convención Constitucional, a través de nuestra compañera María Rivera, planteamos la propuesta de nacionalizar el cobre y el litio bajo control de los trabajadores y las comunidades. La propuesta final que fue votada, de nacionalizar el litio y el cobre (sin control de los trabajadores y comunidades, porque a esto también se opusieron algunos constituyentes ecologistas) obtuvo 64 votos, de los 155 constituyentes. Se opusieron a la nacionalización toda la derecha, el Partido Socialista y el Frente Amplio, al igual que muchos constituyentes independientes. El Partido Comunista votó a favor, pero su votación fue totalmente testimonial, ya que mientras votaban por la nacionalización en la Convención, Camila Vallejo salía en la televisión diciendo que el gobierno no iba a nacionalizar nada.
Estamos convencidos que la nacionalización con control obrero y de las comunidades es la única forma democrática de decidir qué hacer con los recursos generados en la explotación mineral y cómo reducir los daños a la naturaleza y a las comunidades aledañas a las minas. Las transnacionales y empresas privadas chilenas ya se llevaron miles de millones de dólares con el saqueo de los bienes naturales que pertenecen a todo el pueblo de Chile.
Hacemos un llamado a la CUT, a la Confederación de Trabajadores del Cobre, a la Federación de Trabajadores del Cobre, a las distintas federaciones y sindicatos del cobre y litio, a que se opongan a la Estrategia Nacional del Litio y encabecen una verdadera lucha para recuperar el cobre y el litio para el pueblo trabajador.
[1] https://www.reuters.com/markets/commodities/chiles-boric-announces-plan-nationalize-lithium-industry-2023-04-21/
[2] https://www.cnnbrasil.com.br/economia/plano-do-chile-de-nacionalizar-sua-industria-de-litio-pressiona-montadoras/
[3] https://www.infobae.com/america/america-latina/2023/04/21/chile-nacionalizara-la-industria-del-litio-y-creara-una-empresa-estatal-independiente-para-producir-el-metal/
[4] https://www.emol.com/noticias/Economia/2023/04/21/1092881/cpc-y-estrategia-nacional-litio.html
[5] Ver https://www.df.cl/empresas/mineria/ceo-de-albemarle-vemos-una-oportunidad-para-obtener-litio-adicional-en , https://www.latercera.com/pulso-pm/noticia/firma-australiana-con-proyecto-en-maricunga-valora-politica-nacional-del-litio-y-dice-que-tlc-y-tpp11-resguardan-sus-derechos/CNFBX2FI3NDGBA24BFBAEZ5H5U/
[6] https://www.bloomberglinea.com/english/chiles-lithium-strategy-not-a-nationalization-mining-minister-says/
[7] https://www.latercera.com/nacional/noticia/ministro-marcel-no-descarta-posible-participacion-mayoritaria-de-privados-en-explotacion-del-litio/LY2NE3NUDNBLZOQYHAHQG4ZNH4/
[8] https://www.youtube.com/watch?v=5n272syfnss&ab_channel=CNNChile
[9] https://www.youtube.com/watch?v=FjDyg2JC8Hc&ab_channel=CNNChile
[10] https://www.reporteminero.cl/noticia/noticias/2023/04/corfo-selecciona-byd-chile-generar-iniciativas-valor-agregado-litio
[11] https://www.latercera.com/pulso/noticia/francisco-javier-errazuriz-queremos-ser-los-primeros-socios-de-enami-y-codelco-para-desarrollar-esta-industria/M53G73IJ7JCG7BHY2NUYFCA3EY/
[12] https://royalsocietypublishing.org/doi/full/10.1098/rspb.2021.2388