Por Bernardita Martinez, Juventud MIT
Con un país en cuarentena frente a la crisis sanitaria a nivel mundial, vemos una vez más las medidas nulas e improvisadas por parte del gobierno y que dejan en evidencia como nuevamente la clase trabajadora se lleva la peor parte, bajas de sueldo, despidos sin previo aviso bajo el argumento de “las necesidades de la empresa”, y el robo descarado de nuestro fondo de pensiones para solapar un deficiente sistema de salud, es parte del panorama indignante que se vive hoy en chile.
Junto con lo anterior, la situación en la que se encuentran las y los estudiantes de educación superior no se queda atrás, en donde las diferentes instituciones universitarias buscan implementar las clases online como una medida parche e improvisada para seguir cobrando los altos aranceles de cada carrera, es decir buscan seguir llenándose los bolsillos a costas de nosotros sin siquiera tener clases como corresponde, donde mucho de los estudiantes que costean sus estudios hoy se encuentran desempleados y sin una fuente de ingreso estable, sin mencionar la nula consideración con algunos estudiantes, al no efectuar un catastro del alcance que las clases online podrían tener, ya que no todos cuentan con un computador o una red de internet que les favorezca.
Algunas de las universidades congelaron los aranceles adaptándose al contexto en el que nos encontramos, no obstante la mayoría incrementó los valores que van entre un 4,3 % y 4,7% llegando hasta un 5,1% por sobre el ipc,es decir un aumento entre los 341 mil pesos hasta bordear los 500 mil pesos y que superan el sueldo mínimo del chileno trabajador.
Una vez más podemos dar cuenta como lucran con nuestra educación y la posibilidad para algunos de salir adelante dentro del mundo laboral, en donde el estudiantado pasa a segundo plano y el lucro se pone por delante. Esto es el resultado de la educación de mercado y la privatización que se viene denunciando por las y los estudiantes históricamente.
La educación es un derecho y se tiene que garantizar para toda la población, sobre todo cuando el gobierno le entrega millones a las empresas y abandona a la juventud y al pueblo. De hecho, el gobierno le entregó 11.750 millones de dólares a las empresas, las cuales gran parte son de las 10 familias más ricas de Chile ¡Que cuentan con un patrimonio de más de 30 mil millones de dólares! Mientras la juventud debe pagar entre 400 y 500 mil pesos para educarse, los empresarios reciben dinero de TODOS nosotros y pueden despedirnos cuando se les plazca y sin pagarnos ninguna indemnización. Como estudiantes debemos exigir la rebaja inmediata de los aranceles en la educación superior, internet, computadores y todas las herramientas que nos permitan estudiar, junto con la condonación de todas las deudas.
- ¡Por la rebaja inmediata de todos los aranceles en la educación superior!
- ¡Por una educación de calidad y que considere los tiempos y realidad de estudiantes en el marco de esta pandemia mundial!
- ¡Condonación de todas las deudas de la juventud y el pueblo trabajador!
- ¡No más empresarios en la educación ni en nuestros derechos sociales!
- ¡Por una educación gratuita, laica y estatal en todos sus niveles!
- ¡Financiemos esa educación con parte del patrimonio que 10 familias más ricas nos han robado!
- ¡Fuera el Ministro Figueroa! ¡Fuera Piñera!