El pasado Domingo 18 de Octubre en plena manifestación por la conmemoración del primer aniversario del estallido que dio inicio a la revolución chilena un sector importante de la hinchada del Colo-Colo y de la Universidad de Chile se vieron enfrentados en una pelea campal que duró horas y que dejó a varios heridos.
Hay quienes dicen que esta pelea fue provocada por agentes infiltrados de la policía y/o Fuerzas Armadas. Es un hecho que las manifestaciones, la 1era línea, las asambleas, las organizaciones sociales y políticas están infiltradas por agentes del Estado, quienes entre otras funciones tienen el rol de ser provocadores de acciones que pongan en riesgo al movimiento. Hace días quedó más claro con el carabinero infiltrado en Lo Hermida quién incitaba a los pobladores a atacar la comisaría con molotovs. La policía pudo haber generado esta pelea entre las barras o no, se pudo haber aprovechado de la situación o puede que no. De todas formas, esto no cambia la situación que se dio.
Los sectores antifascistas de Los de Abajo y la Garra Blanca sacaron declaraciones haciendo una reflexión de lo sucedido y enmarcando que estos hechos no pueden volver a repetirse. Queremos extender este llamado y profundizar la discusión, ya que para nosotros nuestro enemigo son los grandes empresarios, y sus representantes políticos que están ubicados en el gobierno, el parlamento y la policía (que les sirve como guardias para proteger sus intereses). Incluso también se transforma en enemigo de nuestra clase el explotado que ataca a su propio pueblo.
¿Estas acciones fortalecen o debilitan al movimiento?
Los capitalistas están unidos para atacarnos, tienen todo un aparato estatal para imponernos estas condiciones de vida que nos estrujan hasta la última gota. Utilizan a las Fuerzas Armadas y carabineros, a la Justicia, el parlamento, la educación, etc. para mantenernos a raya y obligarnos a vivir en este sistema en donde sólo ellos se ven beneficiados. Para dar vuelta esta situación, en el camino por la conquista de nuestra educación, salud y pensiones necesitamos la mayor unidad posible y en todos los terrenos posibles, en los barrios, los lugares de estudio y trabajo, los sindicatos y también entre las barras de fútbol.
Como Movimiento Internacional de Trabajadores consideramos intolerable los enfrentamientos que se dan al interior de nuestra propia clase, y más aún en un contexto de movilización en contra del gobierno. Y no lo decimos por un tema romántico, ni que todos seamos amigos, sino que está en juego el destino de esta revolución, está en juego quién sigue gobernando este país: los empresarios o la clase trabajadora. Acciones como las que ocurrieron el domingo pasado pueden llevar a la derrota de este movimiento, si nos dividimos ellos ganan, le dejamos en bandeja de plata a Piñera y a su policía para que nos reviente, por eso consideramos esta confrontación como un acto sumamente reaccionario que solo le sirve a la burguesía y al Estado capitalista.
No es fútbol, es miseria capitalista
Decir que esta pelea es un tema de futbol o que simplemente es por cuál hinchada se ubica mejor en la estatua de la Plaza Dignidad es reducir la situación, es mucho más profundo. Nuestra clase recibe con mayor fuerza la presión y miseria que produce el capitalismo: la explotación, la pobreza, la delincuencia, el narcotráfico, etc. Estas condiciones nos llevan-empujan a enfrentarnos con nuestra propia clase durante nuestras vidas, y se expresan en nuestros barrios, poblaciones y calles. Una de las formas en que se expresa es a través de la rivalidad entre las barras de fútbol, rivalidad que muchas veces lleva a enfrentamientos, y estos enfrentamientos han llevado a la muerte de muchas y muchos de nosotros.
Como dice una canción de un rapero chileno-mapuche: “Cuando el pueblo va a dejar de ser su propio lobo De balearse entre pasajes solo por ser el más choro De fragmentarse, dejar de salvarse solo Pa ayudarse, pensar como clase y salvarse entre todos Pero el pueblo confunde el enemigo Insulta a su vecino que no tiene culpa de su injusta situación En vez de apuntar al real cretino que vino a dificultar su destino y lo sepulta con explotación.”
Sabemos que esto no cambiara de un día para otro. Pero para que se termine debemos cambiar de raíz este sistema capitalista que nos empuja hasta la miseria y la barbarie, en ese sentido es fundamental la conquista de un gobierno obrero y popular que pueda garantizarnos mejores condiciones de vida. Aunque para que llegue ese día tenemos que empezar a construirlo desde ya, y el primer paso en ese camino es el que seamos aliados en la lucha contra el Gobierno, el Estado y su policía.