El gobierno acaba de promulgar la ley que habilita el plebiscito del 26 de abril para iniciar el proceso constituyente. El discurso de Piñera estuvo marcado por la hipocresía al reivindicar el respeto a los derechos humanos cuando horas antes el INDH tuvo que recalcar el aumento y los casos graves de violaciones y torturas por parte de la represión, llamó a dejar atrás la violencia y las diferencias, en definitiva un acto por el pacto social que ni siquiera contó con la presencia de todos los de arriba, ya que se ausentó la UDI, el FA y buena parte de la ex Nueva Mayoría.
Los partidos del régimen tuvieron que avanzar en reformas con respecto a los mecanismos para elegir representantes mujeres, de la diversidad sexual, pueblos originarios e independientes para el proceso constituyente. Pero se sentaron a discutirlo sólo por la presión de la revolución en las calles, y aun así quieren hacernos caer en una trampa. ¿Vamos a creer que Renovación Nacional o la ex Nueva Mayoría se preocupan realmente por escuchar la voz del pueblo mapuche que ha estado sitiado por años? ¿Vamos a creer que el mismo partido de este presidente asesino o algún partido del parlamento realmente se preocupan por las mujeres que han sido abusadas y violadas por la represión de Piñera?
Recordemos que este proceso viene de un hipócrita Acuerdo por la Paz firmado en la cocina por los mismos de siempre, los que siguen reprimiendo, mutilando los ojos y atropellando a manifestantes.
Si les creemos, nos dejamos engañar. En primer lugar porque así como va, este proceso es una trampa para mantener a Piñera en el poder, un gobierno ladrón y asesino que hoy nuevamente demostró bajar en aprobación (11%) con más del 80% de la población rechazando su gestión, pero que, tal cual como lo mencionó hoy en su discurso, este proceso excluye cualquier posibilidad de destituirlo, mediante la indicación de que “en ningún caso (la Convención Constituyente), podrá poner término anticipado al período de las autoridades electas”. En segundo lugar, porque a pesar de que los partidos del régimen aprobaron incluir representantes de pueblos indígenas y mujeres, y aunque se vuelva a hablar de “la hoja en blanco” (escribir una nueva constitución desde cero) esta discusión sigue en un proceso regido por la Constitución del 80. Cada tema será sometido a votación, en la que se requerirá de ⅔ de los constituyentes para aprobación, una cifra muy elevada que favorece a los partidos de gobierno.
Un proceso constituyente con olor a podrido
Se dijo que se “dio más paso a los independientes”, ya que los diputados aprobaron que dos o más candidatos puedan agruparse en un pacto electoral por distrito. Además se rebajó de 0,5% a 0,4% la cantidad de firmas requeridas -en relación al número de votantes que participó en la última elección de diputados por cada distrito- que deben recopilar los independientes para inscribir sus candidaturas. Esta ridícula rebaja no impide el hecho de que los partidos tradicionales, que son históricamente financiados por empresarios, tengan todo el aparataje de campañas millonarias y publicidad masiva llamando a votar por sus candidatos en desmedro de los verdaderos independientes. Es en las elecciones cuando se hace más evidente que los partidos tradicionales reciben jugosas inversiones de los Luksic, Matte, Angelini, del clan Piñera, y otros grupos empresariales que manejan la política a través del financiamiento por la ley de aportes reservados o por la vía ilegal a través de boletas falsas como las de Soquimich de Julio Ponce o el grupo Penta.
A todas esas artimañas, se suma el hecho de que, debido a la sistemática criminalización de la protesta hay más de 2.050 presos por luchar en el marco de este proceso revolucionario, se logró revocar la prisión preventiva a Roberto Campos, pero aún miles siguen encarcelados y estarían inhabilitados para participar en las elecciones constituyentes según dicta la Constitución del ’80. Así se concreta una total injusticia, ya que estos valientes luchadores y luchadoras enfrentan prisión preventiva por defenderse de la represión brutal de FFEE y en muchos casos han sido inculpados a través de montajes.
Por otro lado, se mantiene todo el entramado de la Constitución del ’80 que impide la postulación de dirigentes sindicales o populares en ejercicio para ser electos como delegados, dictando la obligación de renunciar a sus cargos de representación para poder hacerlo. Finalmente, algo que huele muy raro es que se pagará alrededor de 2.500.000 pesos mensuales a los delegados escogidos.
Paridad de género que no sea al servicio de las mismas de siempre
La UDI congeló su militancia en Chile Vamos por este tema. Desde un sector de mujeres de RN hasta del PC y Frente Amplio celebraron en conjunto este acuerdo, es decir mujeres del partido del asesino de Piñera en conjunto con mujeres de “izquierda”. Por lo bajo, cualquier acuerdo con sectores que apoyan al gobierno manchado con sangre y que promueve la violación de los DDHH con sus políticas represivas y sus leyes, es impresentable.
El acuerdo sobre la paridad de género que aprobaron consiste en:
- Las listas de candidatos a constituyentes deberán estar encabezadas por una mujer, para luego ordenarse sucesivamente de manera alternada entre hombres y mujeres (lo que evitaría que las mujeres queden al final de la papeleta y se reduzcan sus probabilidades de elección)
- Un mecanismo de corrección: Luego de la elección se aplicará este mecanismo para que exista un 50% de representantes de cada género en la constituyente (Esto se traduce en un mínimo un 45% y máximo un 55% de cada uno).
Mario Desbordes, Presidente de RN dijo que él confiaba en que RN tenía buenas mujeres como candidatas. La cuestión es ¿las mujeres trabajadoras necesitamos que una candidata RN nos represente? ¿podemos entregar nuestra lucha a las de la elite, las de arriba, las mismas de siempre? NO. La paridad votada, dentro del viejo sistema electoral es útil sólo para las mujeres de la élite, a las de partidos empresariales, pues como se explicó antes fue diseñado para mantenerlos a ellos en el poder y dificultar la entrada a los independientes en el proceso. No nos representa ni Camila Flores ni Paulina Núñez, porque si bien son mujeres, es la clase lo que nos separa de ellas, y eso es mucho más fuerte.
Sobre los pueblos originarios
Si bien se aprobó el establecer cupos reservados para representantes de pueblos originarios, nada se dijo sobre cómo serán elegidos ni cuántos representantes podrán tener. En respuesta, varios sectores del pueblo mapuche (como la CAM) afirman que se restarán del proceso pues no validan las instituciones empresariales chilenas y con justa razón; pues han sido atacados sistemáticamente por el Estado chileno para defender los intereses de las forestales y grandes propietarios que ocupan su territorio de manera ilegítima.
Por una Asamblea Constituyente libre y soberana, sin Piñera y sin este parlamento
Cualquier Asamblea Constituyente con Piñera en el gobierno es un engaño horrible. La primera medida democrática por la que debemos luchar es botar este gobierno empresarial, ladrón y asesino, hacer que pague por todos los crímenes y violaciones a los DDHH.
Para conseguir una Asamblea Libre y soberana ésta debe ser convocada y controlada por los explotados y oprimidos, sin Piñera y sin este parlamento, es decir sin dar paso a una convención mixta. Necesitamos que los mecanismos de elección de delegados sean propuestos por las y los trabajadores y el pueblo pobre, oponiéndose a los mecanismos antidemocráticos actuales que favorecen a candidatos de partidos tradicionales. Una vez electa, la propia Asamblea soberana debe votar sus mecanismos para funcionar.
- Listas de delegados y delegadas constituyentes propuestos por las Asambleas Populares u otras organizaciones de base del pueblo y sindicatos. Libertad partidaria para elección de delegados: basta de los mismos de siempre.
- Campaña de elección de delegados sin control ni financiamiento de las grandes empresas, total independencia del proceso
- Campaña igualitaria, con iguales medios y tiempo de propaganda, garantizados para todos los candidatos.
- Paridad de género en base a una campaña que dé amplias garantías a candidatas de la clase trabajadora, mujeres trans, jóvenes y sectores populares.
- Asegurar participación de pueblos originarios, así como de los jóvenes menores de 18 años.
- Liberar a todos/as las y los presos por luchar, para que puedan participar de la AC.
A SEGUIR LA REVOLUCIÓN EN LAS CALLES ¡FUERA PIÑERA!
El mismo Piñera dijo en su discurso que el cambio de una Constitución no es una varita mágica que resuelve todos los problemas, pues claro, no podemos quedarnos sentados esperando a que este proceso dirigido por los de arriba represente a los de abajo. Por eso, se vaya o no a votar por un cambio de Constitución y una AC en el plebiscito de Abril, lo más importante es que sigamos la revolución en las calles y realizar una gran huelga general indefinida para seguir haciendo presión para conquistar nuestras demandas; luchar por echar abajo las AFPs, por la condonación de las deudas de los trabajadores y el pueblo empobrecido, por salud y educación pública y gratuita.
Debemos aprovechar estas fechas para reflexionar más sobre el proceso, organizarnos en las Asambleas Populares, seguir avanzando en la defensa de las manifestaciones y de las poblaciones.
Debemos marcar un plan que avance en luchar por una revolución socialista que saque a los empresarios y a los de arriba de sus posiciones de privilegio y de poder, que construya un Gobierno Obrero y Popular, para poner a los trabajadores y el pueblo al mando del país.