La huelga del sindicato N°2 de vendedores de la Institución de Salud Previsional Consalud (Isapre) inició el día 10 de diciembre del 2021. Su existencia data del año 2007 y su principal demanda actual es que se pague el bono por finalización de conflicto tras tres años desde el último proceso de negociación colectiva. En palabras de la huelga, se trata de “una petición austera”, considerando los niveles de ganancia de tal rubro en Chile.
Las Isapres, junto a las Administradoras de Fondos Previsionales (AFP) y compañías de seguros, son las empresas con peor reputación entre la ciudadanía. Así lo indicó el último Estudio de Reputación Corporativa, realizado por IPSOS e INC, durante este año. Esto se debe a las flagrantes asimetrías entre el costo de los servicios para el usuario y los beneficios que finalmente le entregan en su acceso oportuno a la salud. Es por ello que esta industria ha sido objeto de múltiples controversias. Entre estas se encuentran casos de colusión, además de judicializaciones por parte de los usuarios ante los engaños y deficiencias de sus servicios.
Específicamente, la Isapre Consalud pertenece a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), asociación gremial que reúne a las principales empresas del sector inmobiliario y de la construcción (de viviendas, obras públicas y de todo tipo de edificaciones) en Chile. Esta es una de las industrias con mayores tasas de accidentabilidad en el país, con muchos casos graves o fatales entre sus trabajadores/as durante faenas. Tal situación es contradictoria con las grandes ganancias del sector, el cual se resiste a implementar planes serios de seguridad laboral en sus procesos productivos, recomendados incluso por corporaciones como la AChS.
La empresa, en el marco de la huelga, ha incurrido en prácticas antisindicales, como ‘descuelgue’, ‘reemplazo’ y ‘goteo’ de trabajadores, amparadas jurídicamente por las últimas reformas laborales implementadas por la clase capitalista chilena. A ello se añade que la Isapre se ha negado rotundamente a otorgar cualquier concesión al sindicato, desafiando incluso a su dirigencia a irse a huelga ‘a ver si consiguen algo’. Tal es la actitud de Consalud, filial de la CChC, hacia quienes dejan literalmente ‘los pies en la calle’ día a día para que sus propietarios puedan continuar con sus vidas de lujos y confort.
Desde el MIT queremos entregar nuestra mayor solidaridad con la justa causa de esta movilización y repudiar la actitud de la patronal. Sabemos que a la clase capitalista no le interesan las vidas de quienes constituyen el sostén de sus privilegios. Hacemos un llamado al conjunto de organizaciones políticas y del pueblo, así como a los medios de comunicación populares y alternativos, a visibilizar esta situación de abuso y explotación. Instamos a los y las trabajadoras de la huelga a permanecer en unidad y lucha hasta conseguir la totalidad de sus demandas.
¡Arriba los y las que luchan! ¡Viva la huelga de los trabajadores de Consalud!
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[…] Sin embargo, las jornadas de la huelga fueron un ejemplo de lucha, conciencia y solidaridad que han …. Estas involucraron métodos clásicos de lucha de clases, como concentraciones, despliegue de pancartas, cánticos de consignas, marchas y cortes de ruta. […]