Hace algunos días el portal Ciper publicó un reportaje que denunciaba el alto costo de la campaña (a la gobernación) de la actual candidata a senadora por el Partido Comunes (Frente Amplio), Karina Oliva, y el pago de sumas millonarias a algunos asesores y a un Centro de Estudios de esa organización. Esa práctica, de declarar gastos muy superiores a los reales gastos de campaña, es algo recurrente en casi todos los partidos políticos legales en Chile, principalmente en los grandes partidos empresariales. Evidentemente, tal suma de dinero (137 millones de pesos) para una campaña de gobernador es injustificable. Y lo peor es que Comunes declaró esa suma para pedir devoluciones del Servel, o sea, para recibir de vuelta dinero público que viene de cada trabajador y trabajadora. Este tipo de prácticas debe ser repudiado por la clase trabajadora y Comunes pagará las consecuencias políticas y judiciales de tales hechos.
En ese contexto se abre una investigación de la Fiscalía para apurar los gastos declarados. El último viernes, según la Fiscalía, al no poder ingresar a la casa de Karina Oliva y al recibir la negativa de la organización para realizar un “registro voluntario” de su local, un grupo especial de Carabineros se dirigió al local de Comunes con armas de grueso calibre y presencia de la prensa para allanar el local. Tal “show mediático” se produce dos días antes de las elecciones, dónde claramente el candidato del Frente Amplio, Gabriel Boric, tiene posibilidades de pasar a segunda vuelta. El Partido Comunes hoy está viviendo en carne propia lo que varias poblaciones combativas han vivido durante los últimos años, con la diferencia que el pueblo vive allanamientos y violencia por el solo hecho de luchar. Si la versión de la Fiscalía es verdadera y Comunes no aceptó el “registro voluntario” de sus locales, el Partido Comunes debe responder públicamente a esa acusación.
Aunque condenamos las prácticas electorales corruptas ya institucionalizadas y aceptadas por la mayoría de los partidos políticos, repudiamos totalmente el allanamiento del local de Comunes por Carabineros bajo órdenes de la Fiscalía. No tenemos ninguna confianza en la Fiscalía, que hoy persigue a centenas de jóvenes luchadores y mantiene a muchos otros en las cárceles del país. Tal grado de espectáculo y uso de armamento por Carabineros tiene como objetivo crear un acontecimiento político para desgatar al Frente Amplio a vísperas de las elecciones e intimidar a los luchadores y luchadoras sociales.
También invitamos a los honestos militantes de Comunes a reflexionar sobre las prácticas de su organización y el camino que viene tomando el Frente Amplio. El Frente Amplio nació de organizaciones estudiantiles y de lucha, pero se viene adaptando cada vez más a la lógica nefasta del gran empresariado y sus corruptos partidos.
Se vió alguna vez a Trotsky repudiando los ataques que se dan entre sí las distintas fracciones burguesas? No. Se vio a Trotsky alguna vez preocupado porque un partido burgués devenga cada vez más conservador, y que por tanto lamente su deriva y le aconseje cambiarla? No. Es el MIT un «partido de clase» que siga la tradición de Trotsky? A la luz de este artículo: No.