Hoy falleció la joven periodista Francisca Sandoval, de Señal 3 La Victoria, baleada por un narco-mafioso durante la celebración del 1 de Mayo de la Central Clasista de Trabajadores, en el barrio Meiggs, Santiago. Francisca estaba hospitalizada desde el 1 de Mayo en estado grave y no pudo resistir.
En primer lugar, queremos solidarizar con la familia de Francisca, las compañeras y compañeros de Señal 3, sus amigos y también con todos los que la han apoyado en las distintas concentraciones que se organizaron en las últimas semanas. Su muerte deja un profundo sentimiento de dolor y rabia entre los que hemos estado en la lucha social y popular contra las desigualdades que existen en Chile.
En segundo lugar, responsabilizamos al gobierno y a Carabineros sobre los hechos sucedidos. La situación del barrio Meiggs, controlado por verdaderas mafias, que venden seguridad a los comerciantes ambulantes, es de extrema gravedad. Pero el problema va mucho más allá de esto, ya que esos mafiosos se han transformado en un brazo paramilitar de la policía para atacar movilizaciones sociales, como lo sucedido el 1 de mayo. Varias fotos publicadas ese mismo día muestran como los mafiosos conversan amigablemente con Carabineros durante la represión a la marcha. Recordemos también que no es la primera vez que tales bandas armadas atacan a manifestantes. La marcha del Confech realizada el 25 de marzo de este año también fue violentamente atacada por los mismos grupos.
No es posible creer que las policías y el gobierno desconocían la situación actual. El gobierno ya tenía los antecedentes de los ataques a la marcha estudiantil de hace 2 meses y no tomó ninguna medida para desmantelar a esos grupos armados. Además de eso, todos conocemos el actuar de Carabineros, que en muchos casos conviven pacíficamente con esas bandas, incluso recibiendo coimas.
Si bien uno de los sospechosos por la muerte de Francisca, Marcelo Naranjo, está en prisión preventiva, los demás están sueltos e incluso incumpliendo las medidas cautelares de arresto domiciliario, como es el caso de Carlos Gajardo.
El actuar de esos grupos no es distinto al actuar de Carabineros en los últimos años. No podemos olvidar que la mayor parte de las muertes provocadas en contexto de movilizaciones sociales fue a manos de Carabineros y hasta hoy la mayoría de los responsables sigue impune. Esta institución está totalmente podrida y hasta ahora no hay medidas del nuevo gobierno para cambiar esta situación. Prueba de ello es la mantención de Ricardo Yañéz a mando de la institución y también la violenta represión que ha mantenido Carabineros en contra de las movilizaciones sociales en las últimas semanas, llegando incluso a reprimir una concentración en solidaridad a Francisca Sandoval afuera de la Posta Central.
En nuestra opinión, si el gobierno quiere realmente investigar y desmantelar el crimen organizado y acabar con la complicidad de las policías, debe formar un Comité Investigador autónomo en relación al aparato estatal, que funcione en paralelo y relacionado a la Fiscalía que investiga el caso. Ese Comité debería estar compuesto por organizaciones sociales, de Derechos Humanos y sindicales de reconocida idoneidad, que no tengan ninguna relación con las policías y el corrupto aparato estatal.
El asesinato de Francisca Sandoval y todas las demás muertes en contextos de movilización social también nos debe alertar para la necesidad de discutir y organizar democráticamente, a partir de sindicatos, asambleas y territorios, la autodefensa popular y obrera en todas las manifestaciones, marchas, huelgas y concentraciones populares.
¡Exigimos el juicio y castigo inmediato a todos los narco-mafiosos y policías involucrados en los hechos del 1 de Mayo!
¡Exigimos la renuncia imediata de Ricardo Yañéz, general director de Carabineros!