Este jueves 11 de Agosto se publicó el Manifiesto de los dirigentes de los partidos políticos de los 30 años, en las firmas figuraban el PC (Partido Comunista), Convergencia Social (FA), Revolución Democrática (FA), el PPD, el PR, La FRVS, el Partido Liberal,  A. Humanista y el Movimiento Unir, todos bajo el amparo del gobierno de Boric. El objetivo del Manifiesto es hacer precisiones y modificaciones a la Nueva Constitución que se votará en el plebiscito del 4 de Septiembre. 

Los partidos del régimen de los 30 años en el parlamento buscan definitivamente quebrar la voluntad popular de los plebiscitos que clamaron una nueva constitución y la redacción de convención constitucional sin participación del repudiado parlamento. Es una continuación del acuerdo del 15 de noviembre del 2019 de los partidos del régimen que vino a poner  limitación a la soberanía de la convención constitucional con sus quórum de ⅔ y respeto a las instituciones de la constitución del 80. Ese Acuerdo por la Paz limitó mucho las potestades de la nueva Convención Constitucional: le impidió destituir al Presidente Piñera, le impidió tocar los Tratados de Libre Comercio, le impidió tener un poder de resolución para liberar a los Presos políticos, entre otras cosas. Ese Acuerdo que inicialmente el Partido Comunista no firmó, fue aplaudido al día siguiente por su presidente Guillermo Tellier . Ahora el PC es uno de los primeros que firman el nuevo Acuerdo, ¿será que estando en el gobierno son más evidentes al rendirse ante el gran empresariado y la derecha?, ¿será que vuelven a mostrar su cara de agentes del empresariado dentro del “pueblo” tal como lo hicieron cuando fueron parte del gobierno de Bachelet?

Esto es  concordante con el acuerdo con la UDI de rebajar a 4/7 en quórum de reforma a la nueva constitución, algo que en números se traduce en una rebaja de reforma de 103 diputados a 89 y de 33 senadores a 29, con esos números y actuando en bloque, la derecha toma más peso. Un nuevo antecedente de que están sentando las bases para que sea el parlamento quien determine la nueva constitución (ya en la misma nueva Constitución se establece que muchos puntos serán adecuados según el Congreso, “la ley”), en donde las matemáticas indican que cualquier cambio pasa por la voluntad de RN, la UDI, Evópoli y PDG. Todos olvidan que en el plebiscito de entrada, el 79% optó por dejar a los congresistas fuera del proceso constituyente, pues se rechazó la opción “mixta”.

Este nuevo Acuerdo firmado por los partidos oficialistas toca 5 puntos: Plurinacionalidad; Derechos Sociales; “Seguridad”; Sistema Político; y Poder Judicial. No podemos engañar diciendo que es un cambio contundente a lo que ya anunciaba la nueva Constitución, pues coloca“precisiones y modificaciones” que dejan totalmente explícitas, temáticas que ya se desprendían de la nueva Constitución, pero que dejaban algún grado de incertidumbre al gran empresariado. Por eso desde el MIT pese a llamar a votar apruebo por algunos derechos que alcanzaron reconocimiento constitucional en la nueva carta magna (aborto, salud, vivienda, educación, negociación ramal, derecho a huelga, etc), llamamos a la vez a preparar una organización y lucha sostenida, encabezada por las y los trabajadores para: garantizar en la realidad esos derechos nacionalizando el cobre para tener recursos; parar el saqueo que imponen las 10 familias más ricas de este país; defendernos frente al aparato represor que mantendrá esta nueva Constitución; y enfrentar a Boric y sus ataques, quien en estos meses de gobierno ha continuado la militarización del Wallmapu, ha mantenido a Piñera, Rozas y Yañez en la impunidad y quien continúa el saqueo de nuestras riquezas naturales, el atropello a los derechos laborales y el daño en las zonas de sacrificio como Quintero y Ventanas.

Los temas que abarca el nuevo Acuerdo:

  • Plurinacionalidad: El reconocimiento de los pueblos originarios queda explícitamente bajo la tutela del Poder Judicial y la Corte Suprema, es decir, debe seguir supeditada a la justicia de los ricos que ha defendido por décadas los intereses de las forestales. También pone más limitaciones a la consulta indígena y a las “autonomías” territoriales.
  • Derechos Sociales: Deja explícito que seguirán existiendo las AFPs (componente de capitalización individual) y su robo, la nueva constitución tampoco dice que acababa con las AFPs, solo que este Acuerdo lo deja explícito. Sobre el Sistema Nacional de Salud, también deja explícito que se mantendrá la salud privada y por lo tanto el negocio que hacen de ella los empresarios (la nueva constitución tampoco dice que acababa con ella). Lo mismo sobre la Educación, deja explícito que se mantiene la educación particular subvencionada, es decir con platas de todos los trabajadores se podrá financiar el negocio de empresarios que levanten escuelas particulares subvencionadas.
  • “Seguridad”: Para calmar a los grandes empresarios, fortalece la represión con un reemplazo al Estado de Excepción, esta vez se llamará “Estado de Emergencia por grave alteración de la seguridad pública”, autorizando a que las FFAA intervengan tal como lo hicieron bajo el gobierno de Piñera en el 2019.
  • Sistema Político: Restringe más las atribuciones del parlamento y las concentra en el Presidente, por ejemplo se elimina la atribución de presentar mociones parlamentarias que involucren directamente gastos del Estado y pone límite a los gastos de las entidades territoriales.
  • Poder Judicial: Plantea reemplazar en la Constitución la denominación “Sistemas de Justicia” por “Poder Judicial” y deja explícito que la calificación de los jueces para ser parte del Consejo de Justicia no considerará el contenido de sus fallos.

Vemos que esto es claramente una respuesta ante los gritos del gran empresariado y el impulso que ha tomado la campaña del rechazo a punta de mentiras e inventos, pero también un impulso que tiene como base un descontento real y totalmente justificado con el gobierno de Boric y con lo que fue la Convención Constitucional que estuvo lejos de responder a las verdaderas necesidades claves del pueblo trabajador. Todo esto con el fin de dar una nueva prueba de blancura al gran empresariado contra el que nos alzamos el 18 de octubre del 2019.

Sin embargo, los partidos tradicionales olvidan que contra esa misma cocina la clase trabajadora estalló en las calles el 18 de Octubre, contra los pactos cocinados entre los partidos de los 30 años, incluido el PC que fue parte de la Nueva Mayoría, todos en defensa del empresariado, de las 10 familias más ricas de este país: Luksic, Piñera, Angelini, Matte, Ponce Lerou, etc. Nuevamente burlan la voluntad popular expresada en años de movilizaciones, y nuevamente demuestran que pese a llamarse “comunistas” o “pro pueblo”, están de lado del empresariado.

Pero ¿qué más podíamos esperar de un Gobierno que envió a reprimir a obreros en huelga? ¿qué podíamos esperar de un Boric que amenazó a Piñera que pagaría por sus crímenes, sin embargo hoy lo tiene en total impunidad y también a Micco ex director del Instituto Nacional de Derechos Humanos?, ¿qué podíamos esperar de un Gobierno que tras asumir se reúne con las multinacionales del cobre para seguir saqueando nuestros recursos naturales? ¿Qué podíamos esperar de un gobierno que hizo campaña con los presos políticos pero hoy sigue presentando querellas para encarcelarlos? Claramente, de Boric, del Frente Amplio y del PC, solo podemos esperar más traiciones a los trabajadores.

Solo un camino independiente de la clase trabajadora es la salida. Hacemos un llamado a todos los sindicatos, movimientos sociales, a los convencionales independientes incluso, a que todos preparemos la lucha desde ya para garantizar las mínimas conquistas logradas en la Nueva Constitución (derecho a huelga, negociación ramal, derecho al aborto, a las tierras mapuche, algunos derechos sociales, etc) , y para repudiar esta nueva Cocina, ya bastante nos mermaron con el Acuerdo por la Paz para ahora poner más límites.  Solo la movilización y organización independiente nos traerá y garantizará nuevas conquistas.

Sin embargo, con nuestra compañera María Rivera, ex Convencional, lo dejamos claro: estas instituciones están al servicio de los ricos, esta Constitución mantiene el saqueo, por eso propusimos y seguiremos defendiendo la idea de disolver todos los poderes del Estado, y que los reemplacemos por una Asamblea Plurinacional de los Trabajadores y los Pueblos, que se base en la democracia de los trabajadores y con sus mecanismos de autodefensa frente al ataque del gran empresariado.

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