por Comité Ejecutivo MIT
Hace un año, el 7 de octubre de 2023, el Hamas y otros grupos armados palestinos realizaron un importante ataque a Israel. Ese ataque fue una acción de resistencia a la ocupación y opresión que realiza Israel sobre el pueblo palestino hace más de 75 años. Desde el MIT y la Liga Internacional de Trabajadores no titubeamos en reivindicar la legitimidad del ataque de Hamas y la resistencia palestina contra el Estado de Israel.
Después del 7 de octubre, Israel inició una enorme ofensiva contra Gaza y Cisjordania. Está en marcha un verdadero genocidio contra el pueblo palestino, con la destrucción total de la Franja de Gaza, con más de 40 mil muertos y casi 2 millones de personas pasando hambre y sin poder garantizar sus mínimas condiciones de existencia. Para realizar esa masacre, Israel es apoyado por las principales potencias imperialistas, como Estados Unidos y la Unión Europea. Israel también ha atacado a Irán, Siria, Yemen, ha asesinado a miles de personas en el Líbano y desplazado a más de un millón, demostrando una vez más ser el principal enemigo de los pueblos de la región.
La juventud internacional muestra el camino
En todo el mundo se han realizado enormes manifestaciones en solidaridad con el pueblo palestino. Esas manifestaciones deben seguir. Como parte de esas acciones, la juventud, en varios países, ocupó universidades exigiendo el fin de los acuerdos y convenios universitarios con Israel, logrando algunas conquistas en España, Chile y en otros países.
El ejemplo de los jóvenes debe ser seguido por la clase trabajadora de todo el mundo. Es fundamental que la clase obrera tome iniciativas para impedir el envío de armamentos y otros productos a Israel y para impedir la entrada de productos israelíes a los países. En Chile, por ejemplo, los portuarios podrían tomar iniciativas de boicotear los barcos que llegan de Israel y también a los que salen con destino a ese país.
Boric: mucho palabrerío, ninguna acción
El gobierno de Gabriel Boric aparece como un aliado del pueblo palestino, haciendo discursos contra Israel en la ONU y en otros espacios internacionales. Sin embargo, Boric iguala la violencia del opresor con la resistencia del oprimido y mantiene todos los tratados comerciales, militares y científicos con el Estado sionista. Boric ha demostrado, en la práctica, que no es un aliado del pueblo palestino. Las armas y tecnologías israelíes siguen siendo utilizadas para reprimir y perseguir al pueblo mapuche y a los estudiantes secundarios.
¡No podemos depositar ninguna confianza en las palabras de buena crianza de Boric! La única posibilidad de solidarizar con el pueblo palestino es con acciones concretas y con independencia política frente al gobierno, para que el Estado de Chile rompa relaciones diplomáticas, comerciales y militares con Israel.
Es necesario acabar con el Estado de Israel
El Estado de Israel no es un Estado burgués tradicional, puesto que tiene un carácter histórico de Estado nazi-sionista, colonial, racista y genocida, construido sobre el despojo del territorio palestino. Hoy sirve como un enclave político-militar de los intereses de las potencias imperialistas, principalmente de EE.UU. Por ello, el Estado de Israel no tiene derecho a existir y debe ser derrotado y destruido. Los acuerdos de Oslo de 1993 entre Israel y la OLP y las votaciones actuales de la ONU han demostrado que la llamada “solución de los dos Estados” es una utopía que solo contribuye al avance del proyecto sionista.
La destrucción del Estado de Israel y la construcción de una Palestina laica, libre y democrática es la única manera de permitir la coexistencia entre los distintos pueblos y la libertad de culto. Esto solo será posible con el derecho al retorno de la población palestina expulsada en los últimos 75 años.
Para conquistar esa Palestina libre, “del río Jordán hasta el mar”, es necesario tomar una serie de iniciativas. Actualmente los gobiernos árabes mantienen dictaduras corruptas y proimperialistas totalmente pasivas frente al genocidio del pueblo palestino. La única forma de derrotar al Estado de Israel es con un levantamiento popular armado de las poblaciones árabes en contra del Estado sionista, lo que solo podrá ser realizado con revoluciones populares en Egipto, Jordania y los demás países árabes vecinos, retomando el camino inconcluso de la primavera árabe del 2011. La resistencia palestina, para ser victoriosa, debe contar con la solidaridad militar de los pueblos árabes y con las iniciativas de boicot de la clase trabajadora mundial.
Por último, desde el MIT creemos que es necesario construir partidos revolucionarios y socialistas en todos los países árabes, que puedan luchar por una Federación de Estados Socialistas Árabes, donde sea el pueblo árabe y no las burguesías nacionales el que decida el futuro de la región. El pueblo trabajador árabe no debe tener ninguna expectativa en las direcciones islámicas, autoritarias y burguesas, como el Estado iraní, el Hamas o el Hezbollah (Líbano). Hoy luchamos lado a lado en la misma trinchera, pero debemos tener claridad de que esos partidos son direcciones burguesas y religiosas que no apuntan a la solución de los problemas sociales que padecen las grandes masas árabes.